Escribir en redes: ¡Hágalo, pero hágalo bien!
Por: Geovanny Espinosa T.
La gran mayoría de los que están leyendo este post tienen al
menos una red social, caso contrario no se explicaría su lectura. Algunos
tienen muchas, tienen todas. Otros, a lo mucho una cuenta en Facebook que la abren eventualmente y
con el único propósito de husmear a los demás.
Muchos la utilizan como un elemento indispensable en la
vida: como el aire o el agua. Al amanecer abren los ojos y antes de ser conscientes de
estar vivos, revisan su IPhone o su Samsung,
ansiosos por descubrir qué suceso extraordinario le contará Facebook o Twitter. Nada, muchas veces no sucede
nada, pero la necesidad por consumir y generar información tiene que ser
saciada.
Entonces es tiempo de postear.
¡Un buen día para todos!, el meme
maldiciendo los lunes o las decenas de emoticons contentos, tristes y asombrados son los más frecuentes, los más repetitivos y los más aburridos. Los usuarios
que tienen abruptas inspiraciones divinas publican alguna frase en meme de Paulo Coelho y los locos de amor dedican
a su novia el último hit enlatado de Arjona.
Pero hay otro tipo de usuarios en las redes, los más
especializados. Ellos se sumergen en Twitter para en 140 caracteres resumir
los datos más importantes: Que Correa
es el mejor, que Correa es el peor, lo que dijo el Papa
y lo que no dijo Obama.
Recibimos los besitos de las presentadoras de farándula y la síntesis del
periodista deportivo con los resultados del campeonato de fútbol.
Un grupo minoritario, los intelectuales, postean las canciones
que nadie ha escuchado, los autores que solo ellos han leído y los últimos
avances científicos para la cura de la lepra.
También hay los que hacen públicas sus experiencias
personales que nadie tendría por qué enterarse, hay los que escriben en códigos
indescifrables, los eternos felices y los depresivos consuetudinarios, hay los
vulgares y los refinados, los machistas y las feministas, los sempiternos y los
que nunca dan las narices, el osito, el gordo y la pelusita, el viajero por el
mundo, el político sonriente, el artista profundo, el músico comerciante, el que siempre le pone "me gusta" pero que ni saluda cuando se lo encuentra en frente, el fanático religioso y el selfista
compulsivo.
No importa con cuál de ellos usted se identifique, lo
importante es que, si quiere postear, o si quiere escribir en las redes
¡hágalo, pero hágalo bien!
FACEBOOK
Facebook es una multiplataforma que nos permite publicar
casi todo lo que se nos ocurra en cualquier formato. Es amplia y muy familiar.
Los expertos consideran que Facebook es como la sala de su casa, por lo tanto,
tenga como amigos a aquellas personas que usted invitaría a pasar a la sala de
su casa. Aquí algunas recomendaciones de escritura:
- Escribir en 5 líneas aumenta la lectura, escribir en una línea aún más.
- Escribir a manera de pregunta genera más interacción.
- Los análisis de periodistas y reflexiones personales generan más clics.
- De preferencia publique jueves, viernes, sábado o domingo.
- Postee en las mañanas a las 10:00, en la tarde entre 17:00 a 21:00
- Los post sobre educación, política y “detrás de escenas” generan más comentarios y me gusta.
TWITTER
Twitter es más formal que Facebook. En una analogía, es la
conversación en la plaza, es más informativo y es ideal para reflejar opinión. José Luís Orihuela, en su libro “Mundo Twitter” nos deja
algunas recomendaciones:
- Encuentre su voz propia, su propio estilo
- Corrija siempre la ortográfia
- Piense bien y edite antes de publicar
- Utilice enlaces y etiquetas
- Marque favoritos y retuitee
- Escriba en 120 caracteres para dar la opción de un retuiteo completo
- Practique constantemente hasta adquirir la destreza
MEMES
Tanto en Facebook como en Twitter se utilizan los populares
memes. Son un fenómeno en internet y, básicamente, consisten en mensajes directos
por medio de imágenes acompañadas de textos cortos. Estas recomendaciones
pueden ayudar a tener éxito al momento de hacer memes:
- Ideas específicas
- Imagen clara
- Use el buen humor
- Sea innovador
- Sencillo y concreto
¡Olvídelo! Sus redes son públicas y serán vistas por sus amigos y enemigos, por su madre, su novio o sus hijos, por su ex y por su futuro jefe, por los que pasaron y por los que vendrán.
Notas relacionadas:
Yo soy selfista compulsiva¡ No mentira. Interesante nota. Saludos.
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